martes, 30 de septiembre de 2014

TEMPLO DE LA VERDAD EN CRETA

En diseño es similar al Gran Partenón, excepto que está hecho de un material auto-luminoso y translúcido. El friso que rodea todo el frente, los lados y atrás del edificio es de oro puro. En diseño, se parece mucho a la bella vajilla Wedgewood que deleita los ojos en el mundo de apariencia física. Sigue un patrón consecutivo y cronológico—la historia de la visitación de la primera amada Virgen de la Verdad, la mismísima Gran Vesta, confiriendo la autoridad de este cargo a la amada Pallas Atenea, el establecimiento del Oráculo de Delfos, la recepción por Fidias de la idea del Partenón, la construcción del Partenón, y la Gran Edad Dorada de Grecia. Muchas otras instancias del desarrollo de la Verdad en los Niveles Internos y en el mundo de la apariencia física también, están representados en los paneles del friso.

RETIRO DE HIMALAYA



Toda la cumbre de la montaña, la cual tiene más bien forma de cono, está ahuecada en siete magnificentes cámaras, acomodadas en hileras, una sobre la otra, muy parecidas a los escalones de las escaleras. La entrada está bien abajo al lado de la montaña, a nivel del salón más bajo. La cámara en el ápice sostiene la Llama del Loto Azul, y se mantiene cerrada al público.

Pasando el amoroso estanque de agua clara cristalina en el cual algunas Flores de Loto Azules están flotando, nos encontraremos en la cámara inferior, un anfiteatro adaptado, pero con la diferencia de que la inclinación en el arreglo de los asientos es hacia abajo y hacia atrás desde el primer asiento, en vez de hacia arriba. El gran altar está en lo alto en el frente, y los asientos son similares a escalones anchos de mármol blanco con todo arreglado en declive hacia atrás gradualmente, de manera que es totalmente posible para la gente de los escalones inferiores (quienes están sentados todos a la manera oriental) ver el gran altar y todo lo que allí ocurre—los asientos frontales siendo los más altos y los de atrás los más bajos.

El frente del altar está cubierto con un trabajo de filigrana de oro fino, y en el mero centro hay una gran puerta plegable del mismo exquisito material y diseño, la cual puede ser abierta en ocasiones, permitiendo una vista del salón y del gran altar del próximo salón arriba.